Empiezo a hacer deporte

Los inicios de cualquier actividad en la vida precisan de información sobre su desarrollo. Empezar a hacer deporte no es, lógicamente, una excepción. Así es importante conocer qué actividad deportiva se adecúa más a nuestro biotipo y que ventajas o desventajas tiene nuestro pie en la nueva aventura que iniciamos.

Conoce tu cuerpo y tu deporte

Siempre que se inicia cualquier actividad deportiva es conveniente saber con que elementos de partida contamos y su estado. Así, es importante conocer el estado general de salud de nuestro organismo, que condicionantes de edad y trabajo nos acompañan, el tiempo de ocio disponible y la calidad del mismo, nuestro perfil psicológico deportivo, si nos gustan más los deportes individuales o de grupo, si somos competitivos o damos más valor al mero disfrute de la actividad, etc. Sabido esto, debemos elegir nuestro deporte de referencia y fijarnos, siempre, metas que nos acerquen progresivamente a nuestro perfil deportivo ideal para, lográndolas, ir mejorando nuestro estado de salud general.

Conoce tu pie y tu deporte

Elegido nuestro deporte de referencia, que es aquel que nos permite ganar en salud según aquella estructura de nuestro organismo que deseemos potenciar, logrando así, por ejemplo, una mejor capacidad pulmonar, un mejor riego sanguíneo, una mejor lubricación articular o un mejor equilibrio y percepción sensorial, debemos saber qué papel juegan nuestros pies en él. Para ello el consejo de nuestro podólogo es fundamental, ya que conoce nuestros condicionantes de salud y los diversos gestos que implica el deporte elegido.

Consulta a tu podólogo en temas deportivos

Si queremos mejorar nuestra salud por medio de la actividad física y esa actividad implica el uso de nuestros pies, es lógico que consultemos al podólogo sobre estos temas. En una consulta de este tipo se analiza el deporte que realizamos, si hemos tenido o no historial de lesiones previas, tipo de huella, calidad de nuestra pisada y tipo de marcha, adecuación de nuestro pie al deporte elegido, calzado empleado y zonas de desgaste, etc. Una vez estudiados todos estos pormenores vendrán los consejos que nuestro podólogo nos dará individualmente y que redundarán, sin duda, en una mejora de nuestra salud general.

Siempre hay una actividad física adecuada

A veces pensamos que somos demasiado mayores para iniciarnos en una actividad física o que nuestro tiempo de hacer deporte ya pasó. Es un concepto erróneo, ya que nuestro organismo precisa la ejercitación de sus diversos organismos y sistemas a cualquier edad. Esta ejercitación la podemos denominar actividad física o deportiva, mantenimiento corporal o conjunción cuerpo-mente, pero lo cierto es que el ser constantes en ella, el adecuarla a nuestro estado general y el ser disciplinados en su ejecución conlleva beneficios que se traducen siempre en salud a cualquier edad.

El gesto deportivo es capital: vigila tus pies

Cuando nos observamos unos a otros vemos que todos tenemos una estructura de pie y una forma de pisar, correr o saltar distintas. Sin embargo, todos pretendemos realizar las mismas actividades deportivas: trotar, correr una media maratón, jugar al tenis o al paddle, hacer unos hoyos de golf o simplemente salir a la montaña a caminar, practicar senderismo o esquiar. Para que nuestros pies afronten estas actividades con garantías, es preciso un examen detenido de los mismos y que nuestro podólogo nos indique si es necesario mejorar su funcionalidad con el uso de un calzado con unas determinadas características, empleando plantillas, adaptándolas a nuestra actividad o simplemente realizando ejercicios específicos para potenciar determinados grupos musculares.

El calzado es un aliado más

Muchas veces elegimos el calzado para nuestra actividad física dejándonos guiar por criterios estéticos o pensando en que, tal vez, lo más caro es lo mejor. Pocas veces relacionamos nuestro tipo de pie con el tipo y modelo de calzado y mucho menos nos paramos a pensar en si precisamos amortiguación o descarga, contención o expansión del retropie, elasticidad de la zona de medio pie o una mayor o menor capacidad flexora del antepie. Conocer nuestro pie por medio de un examen podológico detenido y ser asesorados respecto al calzado más conveniente para cada caso y persona, es garantía de más salud y menos lesiones.

Los primeros pasos son el cimiento de la actividad futura

Toda gran travesía comienza con un primer paso. A partir de entonces repetiremos miles de veces un mismo gesto que nos ayudará, paulatinamente, a mejorar, avanzar y lograr, a su vez, nuevas metas. Ese gesto, tantas veces repetido, puede ser el impacto y la propulsión de la zancada de un corredor, la proyección y frenada de un tenista, el giro rápido del pie de un jugador de baloncesto o el continuo y fluido andar de un senderista. En todos ellos es preciso perfeccionar poco a poco su automatismo y confrontar, de la mano de nuestro podólogo, la necesidad de qué cambios en nuestro calzado, nuestras rutinas o nuestras plantillas son precisos.

 

Podologo en Toledo. Sección empezar a hacer deporte en Pablo Rodrigo - Clínica del Pie.