Las uñas están formadas, principalmente por queratina y constituyen placas duras que cubren y protegen la parte superior de la punta de los dedos del hombre y otros vertebrados. Junto a su función decorativa o estética, destacan otras principales. Así, ayudan a disipar las fuerzas de reacción del suelo cuando caminamos, nos permiten, junto a la yema del dedo, conformar un órgano presnil y táctil, también nos ayudan a mantener el equilibrio al caminar. Entonces, ¿por qué operar o hacer cirugía de la uña?
Porque hay veces que su normal crecimiento se altera y pasan a producirse cuadros dolorosos, inflamatorios e infecciosos asociados. Tras evaluar la causa de acceso a consulta y realizar una primera cura con el objetivo de aliviar el dolor, pondremos en marcha tratamientos conservadores para reconducir su crecimiento.
Cuando las terapias conservadoras no funcionan, es precisa la intervención de la uña para remodelarla. Las modernas técnicas de remodelación ungueal quirúrgica incluyen la retirada de los bordes de la uña y las actuaciones necesarias en su raíz-matriz para que no sucedan nuevos episodios de enclavamiento de la misma (onicocriptosis o uña encarnada).
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