Mi pisada

Caminamos y no podemos sustraernos al hecho de contemplar como lo hacen los demás. Observamos nuestra huella en la arena de la playa o junto a nuestra bañera y nos asalta la duda de si entra dentro de la normalidad. Nos movemos por la ciudad, el campo y la montaña y quisiera saber si mi pisada es la correcta…

¿Existe la pisada perfecta?

Me temo que no. Lo que si podemos es, tras un estudio exhaustivo de nuestra pisada y modo de caminar, así como de nuestro calzado y nuestras actividades diarias de ocio y trabajo, acercarnos a una pisada más eficaz y eficiente. Esto supone conseguir desplazarnos con menor gasto energético, con menor posibilidad de lesionarnos y de un modo más cómodo. Para lograr nuestra mejor pisada es conveniente trabajar conjuntamente con el profesional podólogo quien nos aconsejará sobre tipos de calzado, posibilidad de emplear plantillas u otros dispositivos, así como gestos deportivos o hábitos locomotores saludables.

¿Los estudios de la pisada son sólo para deportistas?

En absoluto. Conocer el modo en que pisamos, andamos e incluso corremos, nos ayuda a mejorar nuestro rendimiento, prevenir lesiones, mejorar su recuperación si estas están instauradas y, en definitiva, tener una mejor calidad de vida. Conocer dónde apoyamos, que zonas sobrecargamos o que partes de nuestro pie trabajan en exceso, permiten tomar medidas en calzado, plantillas o rehabilitación que nos ayudan a caminar más y mejor.

¿Hay relación entre las durezas que tengo y el modo en el que piso?

Las durezas o callosidades son engrosamientos del estrato córneo de la piel, la última capa de la misma, que obedecen, en muchos casos, a causas mecánicas. Nuestro pie es una maravillosa obra de ingeniería que consta de 26 huesos, 33 articulaciones y más de 100 músculos, ligamentos y tendones al servicio de nuestra locomoción. Las variaciones en el modo de pisar, los apoyos en zonas no preparadas para soportar carga o el exceso de solicitación de diferentes partes del pie generan engrosamientos de la capa córnea que pueden ser aliviados por medio de diversos tratamientos.

¿Qué significa ser pronador o supinador?

En anatomía la pronación y la supinación refieren movimientos a lo largo de un eje. En el caso de la pronación el giro sería hacia dentro y en el caso de la supinación hacia fuera. En el pie la articulación de referencia para el eje de prono-supinación es la subastragalina y así, definimos, a grandes rasgos, como pronación la rotación hacia dentro del pie, cae el arco interno y elevamos el lado externo del calzado y supinación la rotación hacia fuera del pie, apoyando en exceso el borde externo del calzado y levantando el arco interno del pie.

¿Es suficiente un test de pronación-supinación a la hora de elegir calzado deportivo?

Constituye una primera aproximación, pero no es suficiente. Los estudios biomecánicos actuales contemplan la exploración en estática del pie: su arquitectura, forma y anatomía, pero también su exploración biomecánica dinámica. En esta parte comprobamos como funciona el pie en movimiento y es aquí cuando comenzamos a hablar de pronación compensada, hiperpronación, supinación atenuada, propulsión por primer radio, zonas de carga no fisiológicas, etc. Modernos conceptos que tienen cabida en una mejor confección de nuestras plantillas, elección de calzado o mejora del gesto deportivo.

Veo que el puente de mi pie se eleva de año en año.

Nada es inalterable en nuestro organismo y al igual que a lo largo de los años vemos como cambia nuestra fisonomía; la curvatura de nuestra espalda o nuestro volumen de masa muscular, nuestro pie, partiendo de una estructura asentada en la infancia, también se modifica. Hay pies que tienden con el tiempo a perder flexibilidad, a ser más rígidos. Otros parecen acortarse en relación al calzado. Saber de que estructura partimos y asesorarnos sobre la evolución futura de nuestro tipo de pie, nos ayuda a prevenir y mejorar nuestra calidad de vida.

Noto que mi huella se aplana, pierdo arco y me van doliendo más los tobillos y rodillas.

En una circunstancia parecida a la anterior. Partimos de una estructura forjada en la infancia y esta nos acompaña a lo largo de los años. Saber como es nuestro apoyo y conocer como se comportarán los ejes de carga que implican tobillo-rodilla-cadera es fundamental para, teniendo una buena base desde la niñez, o mejorando una estructura ya establecida en la etapa adulta, ganar en calidad de vida.

Desgasto mucho el calzado por uno de sus bordes y deformo las suelas.

El calzado nos habla constantemente sobre nuestra forma de andar. También sobre nuestro trabajo y actividades de ocio. Si sus desgastes no son simétricos y si éstos no son los fisiológicos, dentro de un rango de normalidad, algo esta pasando. Puede que no tengamos dolor o limitaciones actualmente, pero es conveniente averiguar las causas de estas variaciones para prevenir problemas futuros.

 

Podologo en Toledo. Sección mi pisada en Pablo Rodrigo - Clínica del Pie.