Las plantillas personalizadas podológicas o soportes plantares constituyen tratamientos individualizados , esto es, realizados a medida y destinados a prevenir o tratar tanto lesiones como patologías del pie. Se realizan en distintos materiales, adaptados a las circunstancias de cada usuario, y siempre tras realizar una exploración o estudio biomecánico previo de la marcha y la pisada.
Actualmente existen una gran variedad de materiales destinados a la confección plantillas: EVAs de distintas densidades, resinas termofusionadas, fibras de carbono, polipropilenos, poliuretanos, materiales técnicos, etc. Todos ellos presentan distintas características mecánicas tales como diferentes densidades, resistencias, niveles de amortiguación o propulsión, etc. Es por ello importante que, tras una exploración biomecánica exhaustiva y una vez decidido un tratamiento con plantillas, elijamos el material más adecuado a cada caso clínico y usuario.
Una vez completado el estudio biomecánico del paciente y diseñado el tipo de plantilla más correcta a cada caso, es capital conocer sus circunstancias de uso. Actualmente nos movemos en un gran número de escenarios y superficies: deporte, trabajo, ciudad, campo, etc. Es importante conocer la actividad principal del usuario y sus usos en el tiempo libre para completar un tratamiento correcto. De esta manera podemos adecuar material y actividad, del mismo modo que asociamos, diseño biomecánico y entorno de trabajo.
Realizado nuestro soporte plantar, éste se debe adaptar correctamente a nuestro pie cumpliendo la función para la que se diseñó: propulsarnos, amortiguar, descargar, corregir, prevenir, etc. Cada pie es distinto y cada plantilla también debe serlo. Por este motivo elegiremos, del amplio abanico de técnicas de adaptación de plantillas existentes, aquella que más se adecúe a tu perfil de usuario. Entre otras disponemos de la Técnica de Adaptación en Directo (TAD), adaptación sobre moldes de distintos tipos, rectificaciónes de positivo en espuma de poliuretano, etc.
Usamos distintos calzados a lo largo del día y por ello es importante que nuestro podólogo nos hable de plantillas de uso universal, compatibles con la mayor parte del calzado que usamos o de plantillas de uso específico, aquellas destinadas a una actividad en concreto. Así, por ejemplo, el calzado de trabajo tiene unas características diferentes al deportivo y éste respecto al de ocio o de aquel que tiene una función puramente estética y ornamental. La correcta coordinación entre pie, calzado y plantilla debe estar en la base de cualquier tratamiento que pretendamos llevar a cabo.